¿Qué hacen y quién son los trabajadores del conocimiento?


El creciente peso de las actividades intensivas en conocimiento dentro de la economía de los países desarrollados, ha cambiado también la estructura de la mano de obra. Algunos expertos defienden, incluso, que la interacción entre la tecnología y el capital humano de los trabjadores ha creado una nueva clase de trabajador: el trabajador del conocimiento.

Según datos de Eurostat, en España el empleo en los sectores intensivos en conocimiento era el 30,3% del total en 2009, frente al 35,1% en la Unión Europea. Este porcentaje ha ido creciendo, a causa sobre todo del aumento del empleo en servicios intensivos en conocimiento.

 El concepto de trabajo del conocimiento no tiene una definición de consenso entre los expertos. Por ejemplo, Peter Drucker, en su famoso artículo de 1999, se centró en las diferencias entre la productividad del trabajador manual y la del trabajador del conocimiento. Los facilitadores de la productividad del trabajo del conocimiento incluían taras definidas de forma abstracta (en comparación con las tareas claramente delineadas), la evaluación basada en la calidad (no sólo en la cantidad) del output y entender a los trabajadores como activos de la organización. Aunque estas ideas generales pueden ser útiles, podría argumentarse que simplemente describen una concepción más moderna de "un buen empleo" en el que los trabajadores son vistos como algo más que lo que producen. Además, Drucker no concretó qué ocupaciones encajaban en la categoría de trabajo del conocimiento.

Desde un punto de vista más aplicado, algunos analistats han intentado describir a los trabajadores del conocimiento como todos los que trabjan en ciertas organizaciones o sectores considerados "intensivos en conocimiento". Sin embargo, esta generalización no es adecuda, ya que para obtener su producto o servicio intensivo en conocimiento, las empresa necesitan una amplia variedad de trabajos complementarios que no tienen un elevado contenido intelectual. 

En mi opinión, el enfoque más adecuado es el centrado en las tareas que realiza un trabajador, cualquiera que sea su nivel educativo y el sector en que trabaja, para definirlo como trabajador del conocimiento. En general, estas definiciones coinciden en que el trabajo del conocimiento va más allá del simple procesamiento de información, y no se puede basar en seguir de forma estricta un conjunto de reglas (conocimiento codificado) sino que requieren una fuerte dosis de conocimiento tácito, por lo que no pueden ser substituidos mediante el uso de tecnología aunque hagan un uso intensivo de los ordenadores. Además, para realizar bien su trabajo necesitan adquirir nueva información de forma constante, a menudo a partir de la interacción con otras personas. Las tareas intensivas en conocimiento incluyen, por ejemplo, analizar información para solucionar problemas, dirigir personas, colaborar con otros miembros de la organización, aconsejar, o escribir informes.

Cuando bajamos al nivel de la tarea, nos encontramos que los trabajadores del conocimiento no son solamente  los titulados universitarios, los que ocupan puestos directivos o los que trabajan en ciertos sectores. Según un estudio realizado en el Reino Unido por la Work Foundation, una proporción notable de personas sin titulación superior ocupan puestos con muchas tareas centradas en el conocimiento, y sus cargos no son necesariamente de tipo directivo. Por otra parte, las industrias de alta tecnología y los servicios intensivos en conocimiento no son el único entorno donde se concentran los trabajadores del conocimiento. Aunque la mayor parte de los trabajadores en estos sectores realizan muchas tareas centradas en el conocimiento, un número significativo de puestos intensivos en conocimiento están dispersos en el resto de la economía. Además, comprobaron que en los sectores intensivos en conocimiento hay una alta presencia de trabajos administrativos menos cualificados, que probablemente dan apoyo a los más basados en el conocimiento.

Está claro que esta definición del trabajo del conocimiento hace más difícil obtener estadísticas. De hecho, un puesto con el mismo título puede tener más o menos "carga" de conocimiento según la organización en la que se desempeñe. Cada organización puede enriquecer sus puestos de trabajo en distinta medida, en función de sus intereses estratégicos y de las capacidades de sus propios directivos y empleados. 

Me gustaría conocer casos de empresas o puestos similares con diferentes intensidades de conocimiento en sus tareas. Si quieres, puedes  dejar un comentario o encontrarme en Twitter @erimbau

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