Qué hacer con los compañeros "trepas"

 
Los “trepas” son trabajadores capaces de hacer cualquier cosa con tal de progresar en la empresa. En concreto, sus tácticas incluyen congraciarse con la dirección y hacer quedar mal a sus compañeros. Cómo tratar con ellos no es tarea fácil.
Abordando este tema, hace unos días apareció en Expansión un artículo titulado “Cómo trabajar con tu enemigo”, de Montse Mateos, que contó con mi aportación como especialista en dirección de recursos humanos. Como es natural, la periodista seleccionó la parte de mis respuestas que le pareció más interesante, para construir así su propio discurso. El resultado, claro, es que el conjunto de ideas que le sugerí queda muy mermado en el texto final.
Por si a alguien le puede ser útil, pongo aquí las respuestas completas a las cuestiones que Mateos me planteó.



¿Qué tipo de actitudes pueden convertir a un compañero ideal en un enemigo?
Es especialmente peligroso el compañero o compañera que parece simpático y comprensivo, que te invita a contarle tus problemas y que luego utiliza esta información en tu contra, para hacerte parecer inestable o poco fiable ante otros compañeros o ante la dirección. Lo peor de esto es que la información que habrá dado sobre ti no será estrictamente falsa, sino que será una interpretación malévola de la realidad, lo que dificulta el poderla negar.

¿Cómo actuar cuando percibes que alguien te está pisando el terreno pero eres el único que lo ve?
En primer lugar, siempre hay que mantener una conducta profesional. Hacer el esfuerzo de mantener la mente clara y analizar la situación para encontrar las mejores opciones. Por ejemplo, evitar las reacciones airadas y los comentarios o cotilleos con compañeros y compañeras.
En segundo lugar, hay que hacer algo. Dejarlo pasar no es una opción, dado que la situación no mejorará. De hecho, si no se hace nada lo más probable es que empeore.
  1. Si el “trepa” ha revelado información tuya que es cierta, afronta las consecuencias: pide disculpas, ofrece aclaraciones, explica que esa información que ha desvelado no influye sobre tu rendimiento laboral, etc.
  2. Por otra parte, puede ser necesario hablar directamente con ese colaborador o colaboradora, manteniendo la calma pero con firmeza. Dado que los “trepas” tienen como prioridad mantener una buena imagen, si una conversación en privado no da frutos puede mantenerse una nueva conversación ante otras personas, siempre controlando las propias emociones. Así no le resultará fácil volver a culparte de cosas que no has hecho, ni podrá decir que le acusaste de forma airada o sin fundamento. En estas conversaciones, en cualquier caso, hay que utilizar un estilo asertivo: centrarse en los hechos y cuestiones concretas, planteando los mensajes en primera persona y repitiendo las ideas las veces que sea necesario.  Si es necesario, ensaya antes con alguien de confianza.
No es recomendable enzarzarse en una guerra de represalias, pagando al “trepa” con la misma moneda. Esta estrategia puede volverse en tu contra.
Paralelamente a las conversaciones, hay que prepararse y demostrar que eres una persona capacitada, fiable y profesional. Si esperas las críticas del “trepa” o las críticas de otros influidos por él, podrás prepararte de antemano. Ten siempre a punto la información que demuestra que eres un buen profesional, y compórtate como un buen jugador de equipo.
Como última opción, si la situación se vuelve insoportable y  nada de lo que hagas surge efecto, acepta que el “trepa” ha ganado y busca un cambio de aires. Puedes pedir un cambio de departamento dentro de la misma empresa, o prepararte bien y buscar con calma en otras empresas. La simple idea de estar buscando una salida te hará más fácil sobrellevar la situación.

¿Cuál es el papel de los jefes cuando esta situación puede minar un buen clima laboral?
Lo ideal es crear un entorno laboral que dificulte, de antemano, la actuación de los “trepas”. Los “trepas” lo tienen más complicado en los entornos en que los directivos conocen bien el trabajo de sus colaboradores, donde las responsabilidades están claramente asignadas y donde existen medidas objetivas del trabajo de todos. Por otra parte, el jefe debe ser un ejemplo que, por si mismo, muestre al “trepa” que sus tácticas no le serán útiles: no hablar mal de un colaborador delante de otras personas, premiar a aquéllos que muestran un mejor rendimiento objetivo, facilitar las comunicaciones abiertas…

¿Cómo librarse de estos enemigos sin que ello incida en la productividad?
Quizás no sea fácil librarse de ellos, pero es posible contrarrestar sus actuaciones. Puede ser útil formar alianzas con otros colaboradores. Hay que mantener con los demás una comunicación abierta y cercana, quizás hablar con ellos fuera del trabajo y aclarar malentendidos abiertamente: “He oído que estabas molesto conmigo por… Me gustaría hablar contigo sobre ello.”
Demostrar de forma consistente que eres un buen profesional y un buen jugador de equipo, es la mejor manera de contrarrestar la acción del “trepa”.

Imagen: backstabber, por Nick Barry, en flickr

Comentarios

  1. los trepas caen tarde o temprano y se quedan solos sin compañeros undidos

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  2. Pues no sé qué decirte...cuando tienes un jefe que no sabe del tema, cualquier milonga que le cuente el trepa se la cree. En mi caso el trepa se auto alimenta de los compañeros... Te deja el trabajo q no sabe hacer para luego leérselo y repetirlo como un lorito..o aprender las técnicas a costa de lo q le enseñas a los demás (cosa q tienes que hacer para que funcione la empresa). Y creo que cada vez es más difícil..

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