¿Cómo integrar los medios sociales en la actividad de recursos humanos?

La revista Forbes declaró el 2014, que acabamos de cerrar, como el año de la integración de los medios sociales en las actividades de recursos humanos de las empresas. Esto está, probablemente, lejos de la realidad que han experimentado la mayoría de nuestras empresas, pero confirma una tendencia que no podemos ignorar.





El uso de los medios sociales ha madurado. Queda atrás el tiempo en que los adolescentes eran casi sus únicos usuarios asiduos. Hoy, empresas de todo tipo los utilizan como herramientas de marketing orientadas ampliar audiencias y estrechar vínculos con los clientes. Pero también el área de recursos humanos ha empezado a usarlos seriamente, como herramienta para captar talento, mientras apuntan nuevos usos con fines formativos y de colaboración.

Reclutamiento social
El reclutamiento social utiliza los medios sociales para captar talento. Mantiene los objetivos tradicionales de esta función, pero los medios han cambiado para conseguir el talento necesario de la manera más eficiente y rápida posible. Redes sociales de tipo profesional como Linkedin, por ejemplo, han reconocido esta utilidad y facilitan la búsqueda de profesionales de ciertos perfiles, la notificación de las vacantes sólo a personas con los rasgos adecuados, la creación de grupos con intereses compartidos (entre los que puede ser más fácil encontrar potenciales colaboradores) y el refuerzo de la imagen como empresa ante posibles candidatos.
Un factor de éxito clave para las organizaciones que utilizan los medios sociales como parte de su estrategia de reclutamiento es crear y evaluar estas herramientas con la misma exigencia que las más tradicionales: investigar los rasgos demográficos de los usuarios de la plataforma utilizada, elaborar un contenido atractivo que anime a los candidatos a presentarse y establecer métricas para valorar el éxito.

Aprendizaje y colaboración              
A pesar de esta evolución, aún falta reconocer la utilidad de los medios sociales para la eficacia interna de las organizaciones. En particular, su potencial para el aprendizaje y la colaboración.
Los medios sociales, basados ​​en la asincronía y la movilidad, son especialmente adecuados para el que se ha llamado aprendizaje informal. Este aprendizaje se produce en el trabajo diario de los trabajadores y es experiencial y poco estructurado. Como tiene lugar en cualquier momento y a cualquier hora, los medios sociales son un eficaz complemento y apoyo, ya que permiten a los trabajadores obtener la información y los conocimientos que necesitan, en el momento en que los necesitan. Los medios sociales pueden facilitar así que los miembros de la organización interactúen entre ellos con rapidez, eliminando las tradicionales restricciones de tiempo y espacio, y mejorando su rendimiento individual y colectivo. En empresas que colaboran estrechamente con proveedores y clientes, estas conexiones se pueden facilitar también más allá de las fronteras organizativas.
Para que estos procesos den los máximos frutos, las organizaciones pueden utilizar la tecnología de maneras diferentes:
  1. Primero, hay que construir repositorios para el conocimiento generado a través de los medios sociales. Los tuits y mensajes instantáneos se pueden etiquetar por su tema y almacenar en una base de datos en la que se puedan realizar búsquedas; las entradas de blogs se pueden archivar y dentro de la intranet de la organización se pueden crear wikis que contengan grandes cantidades de datos e información. 
  2. Segundo, la organización puede promover la colaboración y la socialización virtual. Si facilita y apoya el uso de los medios sociales en el lugar de trabajo, una empresa puede animar a sus miembros a compartir ideas, pedir información a los demás y trabajar colaborativamente en proyectos y en la resolución de problemas. 
  3. Tercero, la empresa puede facilitar la búsqueda y el descubrimiento de información. Una vez existe un sistema de gestión del conocimiento, los miembros de la organización se acostumbrarán a buscar respuestas en las bases de datos de conocimientos creadas por diversas formas de medios sociales, al igual que como lo hacen con sus compañeros. A medida que este conocimiento sea utilizado, irá creciendo y refinándose.
Desafíos
Pero para que los medios sociales cumplan con éxito esta misión, no basta con disponer de la tecnología. Es necesario promover una cultura que apoye la colaboración, el aprendizaje y las tecnologías en general, donde se valoren los esfuerzos colectivos y no sólo los resultados individuales. Una cultura de este tipo se consigue si las personas en roles directivos desarrollan relaciones abiertas, colaborativas y basadas en la confianza. Además, hay que comprender el funcionamiento y la potencialidad de estas tecnologías, y resolver las dudas que podamos tener sobre los méritos de colaborar y compartir el conocimiento. 
¿Estamos preparados?

El texto anterior es traducción del artículo:
Rimbau-Gilabert, Eva (2014): "Com integrar els mitjans socials en l'activitat de recursos humans". Informatiu de l'Economista, núm. 149. Octubre. Pág. 64. Acesible en http://issuu.com/coleconomistes/docs/informatiu_149

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